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Fionàn O´Kelly, de ascendencia irlandesa e india, pasa grandes temporadas de asueto en Campocámara junto a su mujer, que es oriunda de esta pedanía de Cortes de Baza. Desde el año 2008, Fionàn viene retratando Campocámara desde un punto artístico con sus fotografías. Es un apasionado de la historia y la fotogenia de los cortijos de nuestro entorno. Los retrata y les da una nueva vida a través de sus fotografías, que se pueden ver a través de su página web y las redes sociales.

¿Cuál es tu vínculo con Cortes de Baza, especialmente con Campocámara?
Mi vínculo con Cortes de Baza, concretamente con Campocámara, es mi mujer, que nació allí. Yo soy irlandés, aunque resido en las Islas Canarias, y periódicamente nos gusta pasar unas cuantas semanas al año por este rincón granadino. Normalmente suelen ser en nuestras vacaciones. Desde que conocí a mi mujer allá por 2006 he visitado a menudo Campocámara. La primera vez fue para conocer a mis suegros.
¿Desde cuándo llevas fotografiando esta zona de manera artística y qué es lo que más te ha impresionado?
Vengo fotografiando Campocámara desde hace mucho tiempo. Creo que fue en 2008 cuando lo hice por primera vez. Llevaba una pequeña cámara de bolsillo e hice algunas de las fotografías del interior del pueblo y de alguno de los caminos. A mí el pueblo ya me tenía enamorado. Junto con algún vecino del pueblo, salimos a retratar Campocámara, sobre todo la zona de los cortijos y el entorno. Me encanta la paz y tranquilidad entre aquellos olivos y árboles frutales. Ese fue el momento en que me decidí a hacerle más fotografías al pueblo.
En tu página web, podemos ver imágenes nocturnas preciosas de Cortes de Baza y sus alrededores, ¿tiene algo de especial nuestro cielo?
Las fotografías nocturnas están hechas casi todas en el Cortijo del Civil. Busqué información en Google, y me encontré con este cortijo, aunque hay muchos por la zona, y descubrí parte de su historia y quién vivía allí. Eso me decidió a hacerle una sesión de fotos, tanto de día como de noche. Una de esas noches, se veía tan claramente la Vía Láctea, que no me quedó más remedio que hacer una sesión. Aquí en Cortes de Baza tenemos un cielo muy clarito por la noche, y las estrellas mientras no haya luna llena se ven con una gran claridad, y es una gozada hacerles fotografías por la noche.
Llama la atención tu fascinación sobre los cortijos y las numerosas sesiones fotográficas que les haces a estos inmuebles. ¿Qué información sueles descubrir sobre estos edificios?
Me ha intrigado siempre todo lo que envolvía a los cortijos. Siempre me pregunto quién vivía dentro. Era curioso conocer cómo la gente de los cortijos abandonaba su hogar y se iba a vivir al núcleo urbano del pueblo. Era a la vez muy triste, porque los edificios comienzan a deteriorarse por el abandono. Al mismo tiempo es parte de la historia del pueblo, que me ha encantado investigar. También está la historia del Cortijo del Entredicho, que tiene una historia fascinante. Pero hay cientos. Lo bonito es retratarlos y poco a poco conocer su historia.
Como hemos dicho, las fotos que sueles sacar son muy artísticas, ¿has hecho alguna vez alguna exposición con ellas?
No he tenido la oportunidad de exponer estos retratos de Campocámara. Muchas de las imágenes las tengo impresas en gran tamaño, y algunas de estas fotos se las he regalado a algún vecino de allí, porque salían retratados. Es verdad que en alguna ocasión me han propuesto hacer alguna exposición en Campocámara, pero no me he atrevido. En cualquier caso lo tendré presente para el futuro.